Las picaduras de insectos son una parte inevitable de la infancia, especialmente durante las temporadas cálidas cuando los niños pasan más tiempo al aire libre. Aunque la mayoría de las picaduras solo causan molestias menores, algunas pueden generar reacciones incómodas o incluso alérgicas. Como mamá o papá, es importante saber cómo identificar y tratar estas picaduras, así como entender cuándo es necesario buscar ayuda médica.

Las picaduras de abejas, avispas y otros insectos suelen causar dolor, hinchazón, picazón y enrojecimiento en el área afectada. En algunos niños, una reacción alérgica al veneno puede provocar síntomas adicionales, como mareos, debilidad, diarrea o ronchas en la piel. En casos raros, también pueden tener dificultad para respirar. Es importante estar atentos a estas señales para brindarles el cuidado que necesiten.

Después de una picadura de abeja, quita con cuidado el aguijón de la piel de tu hijo lo antes posible. Así, reduces la cantidad de veneno que entra en su cuerpo. Puedes usar la parte sin filo de un cuchillo o unas pinzas para extraer el aguijón y el pequeño saco de veneno que lo acompaña.

Una vez que hayas quitado el aguijón, coloca una compresa húmeda o una bolsita de hielo en el área para ayudar a reducir la hinchazón y aliviar el dolor. También puedes aplicar una mezcla de agua con bicarbonato de sodio, un ablandador de carne comercial o loción de calamina para calmar la picazón. Si hace falta, tu médico podría recomendarte un antihistamínico oral o una pomada de cortisona de venta libre.

A veces, una picadura de abeja puede causar síntomas que requieren atención médica urgente. Si tu hijo tiene dificultad para respirar o muestra señales de shock, como respiración rápida, mareo o piel fría y sudorosa, llama al 911 o al número de emergencia. También es importante consultar a su médico si tu hijo tiene muchas picaduras o si presenta ronchas en otra parte del cuerpo, por ejemplo, si lo picaron en el brazo pero le salen ronchas en las piernas.

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Para los niños que suelen tener reacciones fuertes a las picaduras, es importante tomar precauciones especiales. Cuando estén al aire libre, procura que usen zapatos, calcetines, pantalones largos y camisas de manga larga. En algunos casos, los médicos pueden recomendar inyecciones contra la alergia para ayudar a que el cuerpo se adapte poco a poco al veneno de insectos. También es útil contar con un botiquín de emergencia en casa, en el auto y cuando salgan de viaje. Este botiquín debe incluir una jeringa con adrenalina para usar en caso de una reacción grave, como dificultad para respirar o síntomas de shock.

Las picaduras de insectos pueden ser una experiencia incómoda e incluso preocupante para los niños y sus padres, pero con algunos cuidados básicos y precauciones, es posible manejar estos episodios de manera segura. Recordar cómo identificar los síntomas, cuándo aplicar primeros auxilios en casa y cuándo buscar ayuda médica es clave para mantener a tu hijo protegido. Tener a mano un botiquín bien equipado y saber cómo actuar en caso de una reacción alérgica puede hacer una gran diferencia.