Las migrañas son dolores de cabeza recurrentes, caracterizados por una intensidad extrema que afecta a uno o ambos lados de la cabeza. Además del dolor, las migrañas pueden ir acompañadas de síntomas como mareos, malestar estomacal y sensibilidad a la luz, ruidos u olores. Esta condición puede ser incapacitante, llevando a quienes la sufren, especialmente niños y adolescentes, a faltar a la escuela o trabajo.
La predisposición a las migrañas se cree que tiene un componente hereditario, siendo más probable que los niños con antecedentes familiares de migrañas experimenten este tipo de dolor de cabeza.
¿Cuáles son las causas de la migraña?
La causa precisa de las migrañas aún no se comprende completamente. Los científicos postulan que estas ocurren cuando algunas neuronas, los nervios del cerebro, experimentan un mal funcionamiento y envían señales incorrectas, impactando el sistema nervioso que regula el dolor. A pesar de la incertidumbre sobre la causa, hay diversos factores reconocidos que pueden desencadenar migrañas en quienes las padecen.
Entre los desencadenantes más frecuentes, se incluyen los siguientes:
- Estrés
- Cambios en las concentraciones hormonales, como los causados por los períodos menstruales o el uso de píldoras anticonceptivas
- Saltarse comidas
- Deshidratación
- Exceso de cafeína o abstinencia de cafeína (por haber reducido repentinamente el consumo habitual de cafeína)
- Algunos alimentos (alcohol, queso, cítricos, pizza, chocolate, helado, etc.)
- Cambios bruscos en los patrones de sueño
- Fumar
- Cambios climáticos
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¿Cómo se diagnostica la migraña?
El médico realizará una exhaustiva serie de preguntas para identificar las posibles causas de los síntomas y llevará a cabo una evaluación detallada, centrándose especialmente en los aspectos neurológicos. Es probable que le pida a tu peque que mantenga un registro de los episodios de dolor de cabeza para ayudar a identificar posibles desencadenantes. Esta información registrada será crucial para diseñar un plan de tratamiento efectivo. En ocasiones, se pueden requerir análisis de sangre o pruebas de diagnóstico por imagen, como tomografías computarizadas (TAC) o resonancias magnéticas (RM) del cerebro, para descartar problemas médicos subyacentes que podrían estar asociados con las migrañas.
¿Cómo se tratan las migrañas?
Las migrañas y sus desencadenantes pueden variar ampliamente. El tratamiento dependerá de la gravedad y frecuencia de las migrañas, así como de los síntomas específicos presentados por el niño durante los episodios.
Descansar en una habitación fresca, oscura y silenciosa suele ser beneficioso. El médico puede recetar analgésicos o medicamentos para tratar náuseas y vómitos. En algunos casos, se recetan medicamentos preventivos para reducir la frecuencia y gravedad de las migrañas, que se toman diariamente o justo antes de un episodio.
Además, algunos pacientes aprenden técnicas como la biorretroalimentación, que ayuda a controlar funciones corporales (como frecuencia cardíaca y tensión muscular) mediante el uso consciente del cerebro. Para aquellos cuyas migrañas se desarrollan lentamente, la biorretroalimentación puede ser utilizada para mantener la calma y detener el ataque.
La prevención total de las migrañas puede no ser posible, pero es beneficioso identificar y evitar los desencadenantes conocidos. Asegúrate de que tu peque tome descansos durante actividades que puedan provocar migrañas, como el uso prolongado de la computadora. Evite alimentos que desencadenan migrañas y, si es necesario, ajusta la dieta. Algunas personas encuentran beneficios en reducir la cafeína o aumentar la hidratación.