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La primavera ha llegado con su desfile de flores en flor y días soleados, pero para muchos padres y cuidadores, también marca el comienzo de una batalla anual contra las alergias estacionales en sus pequeños. Con la temporada de polen en pleno apogeo, es común ver a los niños estornudar, tener ojos llorosos y picazón en la garganta. Pero, ¿qué son exactamente estas alergias estacionales y cómo podemos ayudar a nuestros hijos a sobrellevarlas de manera más efectiva?
¿Cuáles son los desencadenantes de las alergias?
Las alergias tienen su origen en la respuesta del organismo ante ciertas sustancias conocidas como «alérgenos». Estas provocan una reacción del sistema inmunológico, que las percibe como amenazas para el cuerpo.
Determinar la causa de una alergia puede resultar evidente en algunos casos, basándonos en los síntomas que surgen tras la exposición a una sustancia específica. Sin embargo, en otras ocasiones, las alergias pueden ser más difíciles de identificar y podrían ser confundidas con otras condiciones. A continuación, presentamos algunos signos comunes que podrían sugerir la presencia de una alergia en su hijo.
Los síntomas de la alergia podrían incluir los siguientes:
- Secreción nasal
- Congestión nasal
- Estornudos
- Carraspeo
- Necesidad de frotarse la nariz
- Lagrimeo
- Bufidos o sonidos de ronquera
- Estornudos
- Picazón y secreción en los ojos
Experimentar una sensación de comezón o ardor en la boca y la garganta. Normalmente, la comezón no se asocia con un resfriado común, pero es el síntoma característico de un problema alérgico. Tos, silbidos al respirar, dificultad para respirar y otros signos respiratorios. Además, los brotes recurrentes de erupciones rojas, con picor, secas y a veces escamosas en los pliegues cutáneos, las muñecas y los tobillos también podrían ser un indicio de una alergia.
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Entre los alérgenos más frecuentes en el interior se encuentran:
- Polvo: contiene ácaros del polvo y partículas minúsculas de otros alérgenos, como polen, moho y caspa de animales
- Moho: incluye variedades de hongos que pueden ser demasiado pequeños para ser visibles a simple vista.
- Mascotas con pelaje: gatos, perros, conejillos de indias, jerbos, conejos y otras mascotas que pueden provocar reacciones alérgicas
- Artículos textiles y juguetes: productos fabricados, cortados o rellenos con pelo de animales
- Látex: presente en guantes de goma, juguetes, globos y elásticos en prendas como calcetines y ropa interior, así como partículas en suspensión en el aire
- Enzimas bacterianas: utilizadas en la fabricación de lejías enzimáticas y productos de limpieza
- Algunos alimentos
El manejo de las alergias o el asma de tu peque debe iniciar con una visita al pediatra. En caso necesario, el pediatra podría recomendar la consulta con un especialista en alergias pediátricas para evaluaciones y tratamientos adicionales, según la gravedad de los síntomas. Existen diversos antihistamínicos, descongestionantes y aerosoles nasales de venta libre. No obstante, es fundamental que continúe consultando al pediatra a lo largo del tiempo para garantizar un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado para los síntomas de alergia y asma de tu pequeño o pequeña.
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Las alergias estacionales pueden presentar desafíos significativos para los niños y sus familias, pero con el conocimiento adecuado y las estrategias de manejo adecuadas, es posible minimizar el impacto de los síntomas alérgicos en la vida diaria de los más pequeños. Recordemos siempre estar atentos a los signos de alergias estacionales y buscar el apoyo necesario para asegurar la salud y el bienestar de nuestros pequeños.
