Los días soleados invitan a disfrutar al aire libre, pero cuando se trata de los más pequeños, es importante tomar precauciones para proteger su piel delicada. La exposición al sol sin protección puede causar irritaciones, quemaduras e incluso aumentar el riesgo de problemas en el futuro. ¿Cómo asegurarte de que tu bebé disfrute del sol de manera segura? En esta guía, te compartimos consejos clave para que tu pequeño esté protegido y feliz mientras explora el mundo bajo el cielo azul.
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La piel del bebé es más fina y sensible que la de un adulto, por lo que es más propensa a irritaciones y quemaduras solares. Incluso aquellos con piel más oscura pueden sufrir daños por la exposición al sol. Como aún no pueden expresar si tienen demasiado calor o se están quemando, ni moverse por sí solos para buscar sombra, dependen completamente de un adulto para su protección. Es fundamental que un adulto los vista adecuadamente y les aplique protector solar para mantener su piel segura y saludable.
Anticipa la protección solar y evita las quemaduras antes de que ocurran. Así mantendrá a su bebé feliz, seguro y con una sonrisa radiante.
Los bebés menores de 6 meses deben mantenerse alejados tanto de la luz directa como indirecta del sol para evitar el riesgo de golpe de calor. Es especialmente importante no exponerlos al aire libre entre las 10 a.m. y 2 p.m., cuando los rayos solares son más intensos.
Procura mantener a tu peque en la sombra siempre que sea posible. Ubícalo bajo un árbol, una sombrilla de playa o en un cochecito con cubierta. Sin embargo, ten en cuenta que en superficies reflectantes, como la arena o el agua, una sombrilla o un toldo solo reducen aproximadamente un 50% la exposición a los rayos ultravioleta.
Vístelo con ropa ligera de algodón, preferiblemente de manga larga y pantalón largo, y complétalo con un sombrero de ala ancha para una mejor protección solar.
A los bebés menores de 6 meses se les puede aplicar protector solar en las pequeñas áreas de piel que no estén cubiertas por ropa o sombrero. Asegúrate de cubrir todas las zonas expuestas, incluyendo el rostro, el dorso de las manos, la parte posterior del cuello, las orejas y la parte superior de los pies.
Aplica el protector solar entre 15 y 30 minutos antes de salir. Recuerda que no son completamente resistentes al agua, por lo que es necesario reaplicarlo cada 1.5 a 2 horas, especialmente si tu bebé entra y sale del agua. Siempre revisa las indicaciones del envase para un uso adecuado.
Proteger la piel de tu bebé del sol es una parte esencial de su cuidado diario. Siguiendo estos consejos, puedes asegurarte de que disfrute del aire libre de manera segura, evitando los riesgos de las quemaduras solares y el sobrecalentamiento. Recuerda que su piel es delicada y necesita protección extra, ya sea con ropa adecuada, sombra o protector solar. Con estas precauciones, tu pequeño podrá explorar el mundo con comodidad y una sonrisa radiante.